lunes, febrero 16, 2009

Los líderes deberían ser como la orquesta del Titanic




Siempre hago hincapié en que el sionismo fue mi arrullo materno y mi decisión de vida. Porque ser judío es circunstancial si somos producto de un vientre judío pero sionista es una elección personal por decreto y convicción.Y aunque para mí en lo personal es fundamental el líder comunitario salido de las filas de los activistas organizados, el que conoce las necesidades y defiende las metas de las bases; en una colectividad fundamentada en la religión el líder principal es el rabino que agrupa a su alrededor una grey creyente, que lo eleva y lo convierte en su guía. ´

En épocas de alegrías y abundancia el rabino comparte la felicidad a granel, y en épocas de miserias y dolor el rabino mitiga las almas y calma las incertidumbres.El rabino impone su figura como pastor de almas y núcleo de políticas comunitarias. El rabino es el líder que se queda como la imagen de la orquesta en la película, para hundirse con el barco y no para salir primero, escapando en los botes, con las mujeres y los niños.

Nombremos a Rabi Akiva, el padre del judaísmo rabínico, y pensemos en su actitud heroica cuando los romanos le impusieron bajo pena de muerte dejar de enseñar la Toráh y él se negó. Cuenta el Talmud cómo Rabi Akiva, fue arrestado por el crimen de enseñar en público y gritó el Shema Israel mientras su piel era arrancada de su cuerpo por los verdugos romanos.

En 1927 el Rav Arieh Levin comenzó a visitar a los prisioneros judíos, pertenecientes al Palmach, Haganah e Irgún que habían sido encarcelados por los británicos acusados de crímenes políticos tales como poseer o contrabandear armas hacia Palestina. El Rav Kuk le pidió muy especialmente que llevara adelante esta misión y él se convirtió en la tormenta que golpeo puertas, sacudió conciencias y suplicó con lágrimas para lograr la clemencia de las autoridades y salvar algunas de las vidas condenadas. Mattityahu Shmuelevitz, uno de los condenados cuya vida fue salvada dejó testimonio ( entre muchos) de las acciones del Rav Levin, diciendo que era el hálito de vida que llegaba a verlos y los ponía en contacto con el Hacedor, trayendo también el mundo exterior junto con él.En 1965 los luchadores de todas las organizaciones que formaron el Estado de Israel le brindaron un homenaje al Rav Arieh Levin con motivo de sus 80 años de vida.

En 1942, el gran rabino de Estrasburgo, René Hirschler comenzó a trabajar en los campos de detención franceses, ayudado por su esposa, no sólo proveyendo atención espiritual sino protegiendo y evitando deportaciones a los campos de exterminios alemanes. Había logrado la colaboración, entre otros, de un abogado parisino, Joseph Lubetzky que más tarde sería historiador de las vivencias del judaísmo francés. En 1943 la Gestapo arrestó a Hirschler junto a su esposa quién murió durante el viaje a Auschwitz. Hirschler murió en 1945 en Ebensee en Austria. Durante toda su permanencia en los campos de detención y concentración la meta de Hirschler era mantener un vestigio de vida judía, tratando dedicadamente de conseguir abrigo y alimentos para los internos, realizando esfuerzos de contrabandear cartas para elevar el activismo a favor de la liberación de los prisioneros.La lista de rabinos ilustres y dedicados cubren centenares de páginas de historia, cada uno en su tiempo y en su lugar para cumplir con la obligación hacia sus fieles y la comunidad que los eleva.

Hoy en Caracas leemos con verguenza como quienes deben guiar se escapan y escudan bajo un año sabático. No todos los líderes son dignos de sus devotos y no todos los rabinos son dignos del Dios al que le rezan, ni de la comunidad que los cobijó. Evidentemente la altura física nunca significó altura moral y aunque busquen escalera la altura no se adquiere ni se obtiene en Salamanca.

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